jueves, 3 de febrero de 2011

Mi canto al Río Lobos - Por Pausilipo Oteo

Río Lobos, Río Lobos
tus recuerdos me son gratos
los parajes que tú encierras
nunca yo podré olvidarlos.

     Desde la "raya de Hontoria"
tú te vas desperezando
y llegas hasta el Ucero
entre altísimos peñascos.

     En tus aguas cristalinas
de "las Fuentes" para abajo
abundaban los cangrejos,
truchas finas y los barbos.

     Aguilas, zorros y buitres,
tejones, búhos y grajos
campean en ti a sus anchas
por tus cuevas y picachos,
donde la mano del Hombre
todavía no ha llegado.
                    - II -
     Se cuenta de boca en boca
otrora tiempos pasados
que los lobos a los pueblos
muchas veces han llegado;
y que la "tiá Valentina"
al venir de San Leonardo
para quitarlos de encima
la romana iba chocando.

     Hoy, se ha perdido el sabor
de la aventura de antaño;
pensar en tu "Encuartadero"
cuando subían los carros;
las voces de los carreros
a las mulas achuchando
al mismo tiempo que ellos
iban también empujando.
                      - III -
     Las tormentas por la noche
si en la cueva estás metido
es algo, que ni a soñar
nunca lo hubieras creído.

     Es un constante los truenos
por el eco repetido
que hace pensar a cualquiera
lo inmenso del Infinito.
                     - IV -
     Desde "la Charca del Dengue"
se ve "Castillo Villío",
con sus ruinas milenarias
que más de cuatro han querido
rebuscar en sus entrañas
porque los viejos han dicho
que esconde ricos tesoros
de romanos y moriscos.
De "la Fuente del Rincón
a lo alto del Castillo
dicen, que no ha mucho tiempo
se veía un pasadizo,
por donde el agua subían
cuando estaban en peligro.

     Caminando río abajo
vigilado por los riscos
llegamos a "San Bartolo"
la ermita que el Temple hizo,
por el año mil doscientos
según se lee en los libros.

Los Templarios la llamaron
"San Juan de Otero" al principio
y hoy, San Bartolomé
por todos es conocido.

     Las gentes de sus contornos
y de muy lejos venido
el veinticuatro de Agosto
allí se ven reunidos
para celebrar su fiesta 
entre las rocas y el río.

     La gran cueva que hay al frente
llena está de pasadizos
y que allí los iniciados
juramentaban su oficio
como monjes y soldados
para rezar y hacer guerra
a Mahoma y a sus hijos.
                      - V -
     A los pies de "La Galiana"
termina tu recorrido
y te entregas al Ucero
entre campos labrantíos.

     Atrás dejaste tu gloria
como soldado bravío
entre altísimos peñascos
ya has llegado a tu destino.

     Eres "RESERVA NATURA"
lo tienes bien merecido.
Las maravillas que encierras
en todo tu recorrido
no han dejado de alabarlas
todo aquel que ya te ha visto.
Por eso, desde estas líneas
A TODOS YO LES INVITO
QUE VENGAN A RIO LOBOS
Y SERÁN BIEN RECIBIDOS.

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